La primera academia de invierno organizada por IED/YDE juntó a 30 jóvenes centristas de toda Europa.

Ponentes con diferentes procedencias y responsabilidades participaron hacienda este evento interesante, vivo y un éxito en términos generales. Entre los ponentes estuvieron François Pauli (Secretario General de ALDE Group), François Lafond (miembro del Comité científico del IED), Claude Rolin (europarlamentario belga), Henri Malosse (presidente del EESC), así como jóvenes expertos como Marinella Davide, Wilhelm Bargum, Stepan Berko, Mihai Sebe, Jeremy Van Gorp, y Mathieu Baudier.

La Unión Europea está ante uno de sus mayores retos, avalado por los participantes: La Unión Europea no dispone prácticamente de presupuesto y se encuentra ante una situación adversa con grandes expectativas internas y externas. El presupuesto de la Unión Europea – 1% del PIB nacional de los Estados miembro (porcentualmente algo superior al PIB Húngaro) – es demasiado reducido para 508 millones de europeos. Con el 75% de dicho presupuesto destinado a la PAC queda un importe muy reducido para hacer frente a las crisis y otras necesidades que actualmente debe afrontar la UE.

Entendemos que es necesaria una Europa más fuerte que pueda afrontar los problemas que van surgiendo. No obstante, la organización actual de las instituciones europeas y el clima de euroescepticismo palpable en la UE son dos de los grandes retos que nosotros, los demócratas, debemos afrontar.

Debemos mejorar nuestro mensaje, así como el funcionamiento de la UE, para poder abordar los problemas como el desempleo juvenil, que es uno de los denominados “canceres” de nuestra sociedad, como explico Claude Rolin. Una economía desmaterializada, así como el desempleo estructural son dos de las prioridades que deben ser abordadas.

Los problemas internos que debemos afrontar no deben hacernos olvidar los retos externos a los que se enfrenta la UE, aquellos que se originan y desarrollan dentro y fuera de nuestras fronteras. Es necesario repensar el enfoque de la asociación europea oriental considerando la situación geopolítica de dicha región actualmente y en el futuro. Es necesario, por consiguiente, que demos nuestro apoyo a los demócratas, allí donde los haya, luchando por una sociedad más justa, independiente y mejor, como es el caso de Ucrania.

No es posible encontrar una solución práctica que no de base en el valor de la solidaridad. Solidaridad entre ciudadanos tras los recientes ataques terroristas, solidaridad con países pequeños amenazados por el cambio climático, solidaridad para/con los jóvenes que intentan integrarse, solidaridad entre los diferentes países miembro de la UE en relación con la crisis de refugiados.

Es claro que los miembros de la UE no han encontrado aún una solución a la crisis de los refugiados siguiendo un verdadero camino humanista; Estados Miembro como Grecia, Italia o España han sido requeridos para dar solución a dicho problema, al mismo tiempo que países como Alemania o Suecia han mostrado su solidaridad por el resto. Mostrar desacuerdo y oponerse es el camino hacia el fracaso conjunto.

Pese a que el presente pueda parecer sombrío, estamos aún a tiempo de salir de este punto muerto. No obstante, debemos tener en cuenta que las soluciones no llegarán sin la contribución de todos y ha llegado el momento de remangarse las mangas y comenzar con la faena.

Por último, queremos agradecer a Eimys Ortiz y Mathieu Camescasse el esfuerzo y dedicación para que la academia de invierno fuera un éxito.